Como un golpe de estado calificó el expresidente Alvaro Uribe Vélez la decisión de la Corte Constitucional de ordenar el retiro de las tropas del Ejércitonacional de los resguardos indígenas, en los departamentos del Meta y Guaviare.
La decisión de la Corte sienta un precedente, frente a los bochornosos protagonizados por los indigenas del departamento del Cauca, el mes pasado, en un intento por expulsar a la fuerza pública de sus pueblos.
El hecho es que el alto tribunal en el auto número 173 de 2012, ordena el retiro de las tropas de los resguardos indígenas de Meta y Guaviare, dentro de unas “medidas cautelares urgentes para la protección de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas Jiw y Nukak”.
Concretamente, la Corte ordena al Ministerio de la Defensa la devolución del territorio colectivo denominado como resguardo indígena de los Jiw, en el área rural denominada como Barrancón, jurisdicción de San José del Guaviare.
En la misma decisión, da un plazo de 6 meses a las Fuerzas Especiales e infantería de Marina para desalojar los terrenos y devolverlos al pueblo Jiw.
El alto tribunal que el proceso debe hacerse con el acompañamiento permanente de la Defensoría del Pueblo, Pastoral Social y la oficial del Alto Comisionado de Naciones Unidas para refugiados.
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