jueves, 25 de octubre de 2012

LA HISTORIA DE MÓNICA






Tomado de Caracol Radio

Mónica, una joven Nukak Makú de solo 20 años tiene vivos los recuerdos de una mañana en que su familia pescaba en un río y llegaron los guerrilleros de las Farc a ordenarles que se fueran si querían seguir vivos.

"Llegaron los armados y nos dijeron que si no nos íbamos ya, a las cuatro de la tarde volvían a matar a todos los nakuces. Cojan sus cosas y se van. Y entonces llegamos y empacamos la ropa, la sal, primero que todo, y las ollas y los toldillos y las hamacas y también las mecheras. Y cogimos todos por el camino del río", relató Mónica a Caracol Radio.

Entonces tenía once años y con sus padres y la familia, unos 200 Nukak siguieron la ruta del río Guaviare a buscar nuevos sitios para vivir, ya que la orden era desalojar su tierra ancestral, llamada Laguna Makú. "Allá teníamos muchos pescados y muchos animales que comer", dice la joven nativa haciendo énfasis en algunas palabras y lanzando constantemente una interjección de rabia y de impotencia.

Después de algunos días de caminar, los padres de Mónica, que alguna vez habían salido hacia San José del Guaviare, resolvieron dirigirse hacia allá. "Papá dijo que no podíamos ir a la montaña, a donde querían enviarnos los armados. ¿No ve que allá no hay nada, allá no hay sino montaña? Entonces seguimos el río y cuando llegamos a un caserío salieron otros guerrilleros y nos dijeron que no podíamos vivir allá porque ustedes, todos los Nukak se van a morir. Si se van a esconder vamos con un señor que los conoce a ustedes a buscarlos y se van a morir, en La Rompida o en Mocuare, allá los buscamos", recuerda Mónica sobre la odisea Nukak.

La joven dijo que cuando llegaron a otra población, Pipirá, fueron a buscar medicinas en un puesto de salud porque varios Nukak iban enfermos. Y llegaron dos mujeres armadas que les dijeron que no podían ir a San José del Guaviare ni a Tomachipán, porque ellos no lo permitían. "Una de nosotros les dijo mentiras y que nos quedábamos a trabajar allí. Pero tan pronto pudimos seguimos y a las seis de la mañana ya estábamos pasando por Mapiripán, para acá", dijo.

Después de caminar durante tres meses, llegaron a San José del Guaviare a mendigar y a encontrarse con un mundo hostil. Pocos han aprendido el español, como Joaquín, el líder del grupo, y como Mónica. Hace unos años el municipio les dejó un predio a una media hora de esa capital, donde muchas veces son mal vistos por los vecinos, que los tratan de ladrones si toman una fruta o una gallina.

Los 'blancos' no entienden que los Nukak no manejan conceptos como el de propiedad privada. Para ellos no existen jerarquías y la organización social es horizontal y comunitaria. Incluso muchos sectores no aceptan como capitán al joven Joaquín, pues creen que, como en la mayoría de los grupos indígenas, los 'mandones' son las personas mayores.



Por: Stephanie Alférez
Correo: s.alferez@hotmail.com





Para más información: 




http://www.caracol.com.co/noticias/actualidad/queremos-volver-a-nuestra-selva-lider-nukak-maku/20101210/nota/1397281.aspx
 

 




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