viernes, 31 de agosto de 2012

NUKAK MAKÚ, GUAVIARE Y ESTADO




Foto elegida de Semana.com



San José del Guaviare, la capital del departamento del Guaviare en Colombia, es un lugar, ubicado entre los ríos Guayabero y Guaviare, que posee una gran variedad de especies vegetales y animales, pues está constituido por selvas húmedas tropicales, bosques y sabanas naturales. 

Lastimosamente, una parte importante de la ciudad, por no decir que toda, se ha visto envuelta por la violencia y los cultivos ilícitos (especialmente coca). Sin embargo, el Estado colombiano, a partir de grandes esfuerzos, ha logrado que su economía no se base en estas actividades ilegales, sino que la agricultura de plátano, yuca, cacao, caña miel y caucho; la pesca, la ganadería y las artesanías constituyen su rama fundamental..  

En 1988, a las selvas del Guaviare llegó un grupo pequeño de indígenas, entre hombres, mujeres y niños, que estaban desnudos pero no es su totalidad, ya que sus genitales los cubrían con tiras vegetales. Ellos eran una parte de los Nukak Makú, quienes habían recorrido aproximadamente 250 km, desde Morichal Viejo hasta Calamar, para huir de un ataque de los colonos (campesinos andinos desplazados por el conflicto y que buscan recuperar la tierra que abandonaron, la selva), que cultivaban coca en las cercanías del río Guaviare. Después llegaron el resto de indígenas del grupo (Salazar Gómez & Vallejo V).

Los Nukak Makú, en la actualidad, se componen de 550 nómadas, cazadores, recolectores, pescadores y plantadores. Ellos habitan en campamentos, se organizan en bandas de más o menos 20 personas que son lideradas por un hombre joven, conocen perfectamente la selva y tienen un alto conocimiento científico, especialmente zoológico y botánico. . Su idioma es el nukak, son monolingües, aunque conocen varias lenguas. Tienen una gran capacidad de adaptación y aprendizaje. Su medio de caza es, principalmente, la cerbatana, que construyen con tallos de palma y a la que le colocan unos dardos con veneno.

Cuando estos indígenas llegaron a Calamar (Guaviare), empezaron a contraer enfermedades y epidemias como gripe, sarampión, parotiditis, malaria, hepatitis y meningitis, las cuales destruyeron una parte significativa de la población Nükák. Para esto, pero solo hasta 1998, el Estado colombiano junto con las secretarías de Salud y Asuntos indígenas el departamento del Guaviare, adelantaron un programa de atención en salud que aumentó poco a poco la población .

"A comienzos de este siglo los Nukak fueron sometidos por las caucherías a condiciones de existencia que entrañaron su paulatina destrucción parcial, se remontaron a las vírgenes selvas del gran Amazonas, y allí mantuvieron intercambios con otros grupos indígenas como los Cubeos, Puinaves, Jupdas, Guahibos y Tucanos, y han permanecido aislados ante la necesidad de esconderse de sus homónimos depredadores" (Salazar Gómez & Vallejo V).

Muchos piensan que la extinción de los Nukak, (antes eran unos 1.500, ahora 550) se debe solamente a toda esa cantidad de enfermedades que padecieron, pero en realidad el declive del grupo se da, además, por el conflicto armado de Colombia. Ellos están en una situación vulnerable. Están en medio del fuego cruzado entre la guerrilla, el ejército, los narcotraficantes y otros actores armados que llegaron a San José del Guaviare en los años 80’s y después se extendieron por todos los municipios de Guaviare. Y como si fuera poco, ahora son desplazados para la explotación de recursos naturales, como minerales y petróleo, de empresas nacionales e internacionales, como Pacific Rubiales, Exxon Mobil, Petrominerales y Petrobras (Semana, 2008).

“En los últimos 20 años la situación de derechos humanos de los indígenas Nukak Makú ha estado relacionada con el contacto frecuente con otras poblaciones, las disputas territoriales entre los grupos armados ilegales, la economía de la coca y la demanda de su mano de obra. Las consecuencias de dichas situaciones los han convertido en blanco frecuente de desplazamientos forzados, que han conducido a su vez a la reducción de su movilidad, la modificación de sus hábitos y prácticas cotidianas, la interrupción de la transmisión de los conocimientos tradicionales, desajustes en las estructuras de la alianza matrimonial y un grave descenso demográfico debido a la transmisión de enfermedades” (Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, 2009, p. 12). Frente a esto, el Gobierno y otras entidades del Estado, han dado apoyo a la población indígena y han acogido medidas para evitar que su esencia y su cultura desaparezcan.

Desde el 2006, el Estado y el Comité Municipal de Atención a la Población Desplazada, les ha brindado a los Nukak ayuda humanitaria, con la fundación del “Plan de contingencia” que les da salud o atención médica en el albergue, alimentación, asistencia psicosocial por parte del ICBF, seguridad,  protección por parte del Ejercito y acompañamiento de la Defensoría, la Iglesia y Acción Social (Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, 2009, p. 14).

Otras acciones desarrolladas por el Estado son las reuniones que hacen con el Comité de para tratar la problemática indígena. Un avance importante fue la creación de la Mesa Indígena Municipal de la Alcaldía de San José del Guaviare, en enero del 2008 y para atender a los pueblos indígenas (Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, 2009, p. 14) .

Con todo esto el Gobierno quiere generar estrategias de atención, que presten servicios móviles, que se desplacen hasta los indígenas o los desplacen a ellos hasta los centros fijos  de servicios. Además, conservar su cultura, sus teorías, prácticas, su organización social y política, su autonomía y su territorio.

Este grupo indígena se ha visto atropellado. Ha sido desplazado de la selva, se su tierra, de su lugar de origen, a ciudades como San José del Guaviare, Bogotá, entre otras, y todo a causa de los enfrentamientos entre grupos al margen de la ley y el Ejército. Han cambiado sus costumbres, algunos ya aprendieron a hablar español, se visten con jeans, camisetas, etc. y comen alimentos característicos de nuestra cultura. A pesar de los esfuerzos del Estado por estimular el retorno de los Nukak en situación de desplazamiento forzado a sus respectivos territorios, estos no han sido posibles (Mahecha & Franky, 2011, p. 8).

Los Nukak se están extinguiendo, no solo por las enfermedades, la mala alimentación y los conflictos armados, sino también por su cambio de cultura, de raíces y por dejar de caminar por las selvas desnudos, tratando de cazar micos con sus cerbatanas para alimentarse, para andar por la calles con zapatos, intentando mezclarse con nuestras costumbres.  

Por: Stephane Alférez.
Correo: s.alferez@hotmail.com

Para más información: 


Mahecha, D., & Franky, C. E. (junio de 2011). LOS NUKAK: EL ÚLTIMO PUEBLO DE TRADICIÓN NÓMADA CONTACTADO OFICIALMENTE EN COLOMBIA. Recuperado el 26 de agosto de 2012, de http://www.iwgia.org/iwgia_files_publications_files/0508_Informe_11.pdf

Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, U. (2009). Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH. Recuperado el 26 de agosto de 2012, de Diagnóstico de la situación del pueblo indígena Nukak Makú: http://www.derechoshumanos.gov.co/Observatorio/documents/2010/DiagnosticoIndigenas/Diagnostico_NUKAK.pdf

Reichel Dussan, E. (1987). Asentamientos prehispánicos en la Amazonía Colombiana. Colombia Amazónica 129-152, Santafé de Bogotá, Universidad Nacional de Colombia.

Salazar Gómez, O., & Vallejo V, L. G. (s.f.). Biblioteca Virtiual. Biblioteca Luis Ángel Arango. Recuperado el 26 de agosto de 2012, de LOS NUKAK MAKU, VIVIENDA INDIGENA EN COLOMBIA : http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geofraf1/nukak.htm

Semana. (2008). Semana. Recuperado el 26 de agosto de 2012, de Las siete plagas: http://www.semana.com/wf_ImprimirArticulo.aspx?IdArt=148784. 

Zambrano Rodriguez, C. V. (1994). El Contacto con los Nukak Del Guaviare. Revista Colombiana de Antropología , 31, 179-193.
 



 

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