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elegida de Semana.com
San José del Guaviare, la capital del departamento del Guaviare en
Colombia, es un lugar, ubicado entre los ríos Guayabero y Guaviare, que posee una
gran variedad de especies vegetales y animales, pues está constituido por
selvas húmedas tropicales, bosques y sabanas naturales.
Lastimosamente, una parte importante
de la ciudad, por no decir que toda, se ha visto envuelta por la violencia y
los cultivos ilícitos (especialmente coca). Sin embargo, el Estado colombiano,
a partir de grandes esfuerzos, ha logrado que su economía no se base en estas
actividades ilegales, sino que la agricultura de plátano, yuca, cacao, caña
miel y caucho; la pesca, la ganadería y las artesanías constituyen su rama
fundamental..
En 1988, a las selvas del Guaviare
llegó un grupo pequeño de indígenas, entre hombres, mujeres y niños, que
estaban desnudos pero no es su totalidad, ya que sus genitales los cubrían con
tiras vegetales. Ellos eran una parte de los Nukak Makú, quienes habían
recorrido aproximadamente 250 km, desde Morichal Viejo hasta Calamar, para huir
de un ataque de los colonos (campesinos andinos desplazados por el conflicto y
que buscan recuperar la tierra que abandonaron, la selva), que cultivaban coca
en las cercanías del río Guaviare. Después llegaron el resto de indígenas del
grupo (Salazar Gómez & Vallejo V).
Los Nukak Makú, en la actualidad, se
componen de 550 nómadas, cazadores, recolectores, pescadores y plantadores. Ellos
habitan en campamentos, se organizan en bandas de más o menos 20 personas que
son lideradas por un hombre joven, conocen perfectamente la selva y tienen un
alto conocimiento científico, especialmente zoológico y botánico. . Su idioma es el nukak,
son monolingües, aunque conocen varias lenguas. Tienen una gran capacidad de
adaptación y aprendizaje. Su medio de caza es, principalmente, la cerbatana,
que construyen con tallos de palma y a la que le colocan unos dardos con veneno.
Cuando estos indígenas llegaron a
Calamar (Guaviare), empezaron a contraer enfermedades y epidemias como gripe,
sarampión, parotiditis, malaria, hepatitis y meningitis, las cuales destruyeron
una parte significativa de la población Nükák. Para esto, pero solo hasta 1998,
el Estado colombiano junto con las secretarías de Salud y Asuntos indígenas el
departamento del Guaviare, adelantaron un programa de atención en salud que
aumentó poco a poco la población .
"A comienzos de este siglo los
Nukak fueron sometidos por las caucherías a condiciones de existencia que
entrañaron su paulatina destrucción parcial, se remontaron a las vírgenes
selvas del gran Amazonas, y allí mantuvieron intercambios con otros grupos
indígenas como los Cubeos, Puinaves, Jupdas, Guahibos y Tucanos, y han
permanecido aislados ante la necesidad de esconderse de sus homónimos
depredadores" (Salazar Gómez & Vallejo V).
Muchos piensan que la extinción de
los Nukak, (antes eran unos 1.500, ahora 550) se debe solamente a toda esa
cantidad de enfermedades que padecieron, pero en realidad el declive del grupo
se da, además, por el conflicto armado de Colombia. Ellos están en una
situación vulnerable. Están en medio del fuego cruzado entre la guerrilla, el
ejército, los narcotraficantes y otros actores armados que llegaron a San José
del Guaviare en los años 80’s y después se extendieron por todos los municipios
de Guaviare. Y como si fuera poco, ahora son desplazados para la explotación
de recursos naturales, como minerales y petróleo, de empresas nacionales
e internacionales, como Pacific Rubiales, Exxon Mobil, Petrominerales y
Petrobras (Semana, 2008).
“En los últimos 20 años la situación
de derechos humanos de los indígenas Nukak Makú ha estado relacionada con el
contacto frecuente con otras poblaciones, las disputas territoriales entre los
grupos armados ilegales, la economía de la coca y la demanda de su mano de
obra. Las consecuencias de dichas situaciones los han convertido en blanco
frecuente de desplazamientos forzados, que han conducido a su vez a la
reducción de su movilidad, la modificación de sus hábitos y prácticas
cotidianas, la interrupción de la transmisión de los conocimientos
tradicionales, desajustes en las estructuras de la alianza matrimonial y un
grave descenso demográfico debido a la transmisión de enfermedades” (Observatorio
del Programa Presidencial de DH y DIH, 2009, p. 12). Frente a esto, el
Gobierno y otras entidades del Estado, han dado apoyo a la población indígena y
han acogido medidas para evitar que su esencia y su cultura desaparezcan.
Desde el 2006, el Estado y el Comité
Municipal de Atención a la Población Desplazada, les ha brindado a los Nukak ayuda
humanitaria, con la fundación del “Plan de contingencia” que les da salud o atención
médica en el albergue, alimentación, asistencia psicosocial por parte del ICBF,
seguridad, protección por parte del
Ejercito y acompañamiento de la Defensoría, la Iglesia y Acción Social (Observatorio
del Programa Presidencial de DH y DIH, 2009, p. 14).
Otras acciones desarrolladas por el
Estado son las reuniones que hacen con el Comité de para tratar la problemática
indígena. Un avance importante fue la creación de la Mesa Indígena Municipal de
la Alcaldía de San José del Guaviare, en enero del 2008 y para atender a los
pueblos indígenas (Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH,
2009, p. 14)
.
Con todo esto el Gobierno quiere
generar estrategias de atención, que presten servicios móviles, que se
desplacen hasta los indígenas o los desplacen a ellos hasta los centros fijos de servicios. Además, conservar su cultura,
sus teorías, prácticas, su organización social y política, su autonomía y su
territorio.
Este grupo indígena se ha visto
atropellado. Ha sido desplazado de la selva, se su tierra, de su lugar de
origen, a ciudades como San José del Guaviare, Bogotá, entre otras, y todo a
causa de los enfrentamientos entre grupos al margen de la ley y el Ejército.
Han cambiado sus costumbres, algunos ya
aprendieron a hablar español, se visten con jeans, camisetas, etc. y comen
alimentos característicos de nuestra cultura. A pesar de los esfuerzos del
Estado por estimular el retorno de los Nukak en situación de
desplazamiento forzado a sus respectivos territorios, estos no han sido
posibles (Mahecha & Franky, 2011, p. 8).
Los Nukak se están extinguiendo, no
solo por las enfermedades, la mala alimentación y los conflictos armados, sino
también por su cambio de cultura, de raíces y por dejar de caminar por las
selvas desnudos, tratando de cazar micos con sus cerbatanas para alimentarse,
para andar por la calles con zapatos, intentando mezclarse con nuestras
costumbres.
Por: Stephane Alférez.
Correo: s.alferez@hotmail.com
Correo: s.alferez@hotmail.com
Para más información:
Mahecha, D., & Franky, C. E. (junio de 2011). LOS
NUKAK: EL ÚLTIMO PUEBLO DE TRADICIÓN NÓMADA CONTACTADO OFICIALMENTE EN
COLOMBIA. Recuperado el 26 de agosto de 2012, de
http://www.iwgia.org/iwgia_files_publications_files/0508_Informe_11.pdf
Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, U.
(2009). Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH. Recuperado
el 26 de agosto de 2012, de Diagnóstico de la situación del pueblo indígena
Nukak Makú:
http://www.derechoshumanos.gov.co/Observatorio/documents/2010/DiagnosticoIndigenas/Diagnostico_NUKAK.pdf
Reichel Dussan, E. (1987). Asentamientos
prehispánicos en la Amazonía Colombiana. Colombia Amazónica 129-152,
Santafé de Bogotá, Universidad Nacional de Colombia.
Salazar Gómez, O., & Vallejo V, L. G. (s.f.). Biblioteca
Virtiual. Biblioteca Luis Ángel Arango. Recuperado el 26 de agosto de 2012,
de LOS NUKAK MAKU, VIVIENDA INDIGENA EN COLOMBIA : http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geofraf1/nukak.htm
Semana. (2008). Semana. Recuperado el 26 de agosto de
2012, de Las siete plagas:
http://www.semana.com/wf_ImprimirArticulo.aspx?IdArt=148784.
Zambrano Rodriguez, C. V. (1994). El Contacto con los Nukak
Del Guaviare. Revista Colombiana de Antropología , 31, 179-193.
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